Acondicionar algo significa devolverlo a su estado natural. Desde el punto de vista práctico, ¿por qué querría alguien acondicionar su cabello? Si el champú puede dejar el pelo en perfecto estado, ¿qué necesidad hay de utilizar un acondicionador para devolver al cabello su estado natural? Fuera como fuese ¿cuál es este estado?

En realidad, el champú sólo limpia, mientras que el acondicionador proporciona componentes que protegen y embellecen el cabello.

Cuando el champú se aplica para retirar el sebo, restos de productos de fijación, células muertas y suciedad del cabello y cuero cabelludo, también puede conducir a una ligera inflamación de la cutícula. Las cutículas, que normalmente cubren los ejes del pelo, con una formación como las tejas de un tejado. En este estado, el pelo es mucho más vulnerable al daño ambiental y al calor. Aquí es donde los acondicionadores demuestran sus beneficios. Reducen la inflamación y una vez más forman una capa apretada sin huecos o cutículas levantadas. El cabello está ahora listo para el peinado y lo estará durante todo el día sin padecer daños graves. El cabello correctamente acondicionado es flexible y se aferra a su humedad para un brillo deslumbrante.

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